Hace ya 5 años del trágico terremoto que sacudió Nepal en 2015. Os dejamos unas palabras que ha escrito nuestra querida Cristina Morales, en aquel momento presidenta de Amics del Nepal, sobre cómo lo vivió.
Os dejamos también el enlace a la entrevista que le hicieron en Els Matins de TV3 (en nuestro canal de youtube y también lo podeis encontrar en TV3 a la carta)
La muerte y las montañas
El 24 de marzo de 2015, yo estaba en un tren, yendo a Valencia para un intercambio musical con el Conservatorio.
Llegó una noticia de los Alpes. Un avión se había estrellado.
Parecía imposible, pero fue verdad: un piloto fue a buscar la muerte en la montaña, y se llevó la vida de una de mis mejores amigas.
Justo un mes después, el 25 de abril, en Barcelona celebrábamos la vuelta del mismo intercambio con los compañeros de Valencia.
De repente, el teléfono sonó: Nepal sacudido por un terrible terremoto. Iban pasando las horas, y la realidad era devastadora: miles de muertos, edificios derrumbados, patrimonio histórico destruido, aludes en las montañas que hicieron desaparecer poblaciones enteras…
Las horas, los días y las semanas siguientes nos pusieron a prueba: la movilización de la junta, que yo tenía el honor de presidir en ese momento, así como de todos los voluntarios en Nepal, fue extraordinaria.
Tuve conversaciones aquí y allí que nunca olvidaré: el sentimiento de afrontar la tragedia juntos, la incertidumbre de no saber si sabría estar a la altura de lo que exigía un momento tan crítico, el compromiso de los voluntarios en Nepal, arriesgando la propia seguridad, para ir a buscar tiendas, para ir a llevar comida, para socorrer.
Aquí fueron días y semanas de vorágine: de golpe Nepal era centro de las noticias, y había que ir a los medios, explicar la tragedia, pedir ayuda, llorar por los desaparecidos, intentar proteger a los niños, los jóvenes, las mujeres y el personal de nuestros centros…
Reconvertir un encuentro que debía servir para celebrar el 20o aniversario de Amics del Nepal, en un acto de homenaje, de solidaridad y de compromiso para la reconstrucción supuso un trabajo de equipo que nunca olvidaré. Mi afecto y reconocimiento infinito a todos los miembros de la junta y los voluntarios por su actitud y su trabajo eficaz y generoso en la gestión de la tragedia por el terremoto de Nepal de 2015.
Cristina Morales Amorós