Bhimphedi CH

Niños nuevos, año nuevo, la vida continua en Balmandir

Cinco días antes del año nuevo nepalí, yo (Surendra, director del centro de Bhimphedi Balmandir) fui, acompañado del Kamal (uno de los niños mayores) en la Oficina Central de Naxal Children’s Home, para ir a recoger nuevos niños que acogeríamos en la casa de Bhimphedi. Cada año, los mayores salen de Balmandir después de terminar la educación secundaria obligatoria y algunos niños pequeños llegan a empezar una vida nueva y mejor.

Este año cuatro chicas iban a ser trasladadas a la casa de acogida de Bhimphedi. Después de completar el trabajo administrativo y recoger todos los documentos necesarios de las chicas, fuimos al centro, donde las chicas ya estaban preparadas para trasladarse.

A las 2 de la tarde, los seis salimos de Naxal para ir a Balkhu, donde salen los jeeps para ir a Bhimphedi. Rojina Magar, Bishika Balık, Binisha Khadka y Grishma Magar estaban hablando mucho con Kamal y conmigo, nos contaban sobre su escuela y una de las chicas, Grishma, nos decía “Yo de mayor seré médico”. Al cabo de un rato, nos dimos cuenta de que las chicas ni siquiera sabían que iban a vivir en un lugar nuevo, sino que pensaban que iban en el hospital, no sabían que viajaban a Bhimphedi! Aunque se pusieron un poco tristes por salir de su antigua escuela, estaban también emocionadas de encontrarse con viejos amigos (niños que vinieron a Bhimphedi el año pasado) y que Bhimphedi fuera un muy buen hogar con mucho lugar para jugar y un montón de nuevos buenos amigos.

A Balkhu tuvimos tiempo para tomar una merienda y fruta e incluso hacer una siesta en la estación de jeeps. Después de más de dos horas, pudimos salir en un jeep hacia Bhimphedi. Al cabo de un rato, todas las niñas dormían.

A Bhimphedi todos los niños y cuidadores de la casa de acogida estaban muy emocionados e impacientes por conocer los nuevos miembros de la familia. Pero el viaje dura más de tres horas, por lo que debían tener paciencia.

A las 19.30 llegamos al Gadi (a media hora de Balmandir pero desde donde ya hay buenas vistas de Bhimphedi). Después de cenar, pude mostrar a las niñas todas las luces de la zona de Balmandir y explicarles muchas historias sobre Balmandir para mantenerlas despiertas hasta la llegada. Pero tal vez no fue muy buena idea porque antes de llegar, Bishika dijo “estoy mareada!” Y antes de poder moverla cerca de la ventana, vomitó por todos los asientos. Tuvimos que parar el jeep y limpiar.

Llegamos a Bhimphedi a las 20h y algunos de los niños mayores de Balmandir nos esperaban en la estación. Los niños mayores llevaron a las niñas, agotadas del viaje, en la espalda mientras me preguntaban si eran chicos o chicas debido a su cabello corto y ropa de chico que llevaban.

En 5 minutos llegamos a Balmandir todos los niños y el personal de Balmandir se reunieron para darles la bienvenida. Todo el mundo estaba muy emocionado y hacían mucho ruido, las nuevas niñas también estaban muy contentas de la bienvenida. Todo el mundo les preguntaba sus nombres. Finalmente todos los niños fueron a la cama y las niñas nuevas y viejos siguieron hablando hasta que se durmieron. Yo también me fui a mi cama.

Esta ha sido mi segunda experiencia de llevar niños de NCO en Bhimphedi. El año pasado llevamos a seis niños pequeños. Han sido dos momentos realmente especiales y nunca los olvidaré.